Descripción:
Hierba perenne o bianual de la familia de las Apiáceas (Umbelíferas) que puede
alcanzar los 2 m. de altura. Las hojas están divididas en segmentos estrechos y
filamentosos, tienen el rabillo muy ancho en la base. Las flores, amarillas, se
agrupan en umbelas con numerosos radios y divididas a su vez en umbélulas. Los
frutos son ovoides de unos 4 mm. de largo.
Floración:
a partir de junio, madurando los frutos casi en otoño.
Propiedades
y usos: Es planta reputada desde antiguo,
Carlomagno la declaró esencial en los jardines imperiales en el 812. Las raíces
son diuréticas, siendo usada para tratar problemas renales; también tiene
propiedades analgésicas, antiinflamatorias, antiespasmódicas, estimulantes,
emenagogas, expectorantes y laxantes. Las hojas vulnerarias (para curar llagas
y heridas), y los frutos carminativos (expulsión de gases) siendo muy
utilizados en preparados digestivos. Las semillas se mastican para refrescar el
aliento.
Tiene
sabor anisado y es común su uso como aliño de olivas y para dar sabor a
las castañas cocidas.
Su
usó como condimento está documentado desde hace más de 2.000 años.
La
parte ancha de las hojas se come como acompañamiento de ensaladas.
Los
pastores y agricultores solían llevar una ramita en la boca para aliviar la
sed.
No obstante, contiene anetol y estragol, lo que puede tener efecto narcótico en caso de abuso. También puede provocar dermatitis de contacto y fotosensibilización por la presencia de furocumarina.
Supersticiones:
Esta facultad de producir dermatitis fue empleada
en Europa en las ordalías o juicios de Dios para determinar la condición de
brujas y ha mantenido su uso como protector mágico a lo largo de los siglos.
Durante la Edad Media se taponaban con hinojo las cerraduras para evitar que
los malos espíritus entrasen en las casas y, en general, se usaba para evitar
hechizos y otras influencias adversas. Con este último fin, era costumbre
colgar hinojos del revés en las puertas de las viviendas.
Curiosidades:
Tiene gran resistencia a la sequía gracias a la capa cerosa que la recubre y
que limita considerablemente la evapotranspiración y le da un color glauco que
refleja eficazmente la luz del sol, lo que reduce su calentamiento. La
estrechez de las hojas también limita la deshidratación, mientras que raíces y
tallos acumulan agua y sustancias de reserva que garantizan el desarrollo de la
planta. Por otra parte, su fuerte olor es un mecanismo disuasorio contra los
herbívoros.
Su abundancia ha dado origen a numerosos topónimos, por ejemplo: Hinojosa (Guadalajara), Hinojosa de Duero (Salamanca), Hinojosa del Valle (Badajoz) o La Hinojosa (Soria); pero también en Portugal donde a esta planta la llaman “funcho” y de ahí la capital de Madeira es Funchal.
COMER PLANTAS O TOMAR SUS INFUSIONES PUEDE RESULTAR PELIGROSO SI NO SE TIENE LA CERTEZA ABSOLUTA DE LA ESPECIE, SIENDO CONVENIENTE LA RECOMENDACIÓN DE EXPERTOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario