El suelo y las plantas



Suelos ácidos y suelos básicos.

El pH (potencial de hidrógeno) es una escala numérica que mide el grado de acidez o alcalinidad de una substancia. Esta escala se extiende del 1 al 14. Cuando una substancia se mueve entre un 6,8 y un 7,2 de pH se considera neutra; por encima de 7,2 se considera que es alcalina o básica, y cuando tiene un pH por debajo de 6,8 se dice que es ácida.

La variación del pH en el suelo modifica el grado de solubilidad de los minerales, por lo tanto influye en la disponibilidad de nutrientes disueltos en el suelo a disposición de las plantas ya que éstas solo pueden absorber por sus raíces los minerales suficientemente disueltos. Un suelo puede contener unos minerales concretos pero dependiendo de su pH, más ácido o más alcalino, estarán suficientemente disueltos y a disposición de las plantas o no

Por ejemplo los suelos alcalinos (con número de pH alto) dificultan a las plantas la absorción del hierro, el zinc, el manganeso y el cobre, teniendo, por el contrario, exceso de sodio y boro. Sin embargo los suelos ácidos (con número de pH bajo) dificultan la absorción del calcio, el magnesio y el potasio, y por el contrario aumentan la concentración de aluminio y manganeso que son tóxicos para las plantas.

Además de afectar a los nutrientes el pH lo hace también con los organismos necesarios para el suelo. Las lombrices no gustan de suelos muy ácidos que sin embargo permiten un mejor desarrollo de muchas bacterias y hongos beneficiosos.

En cuanto a las plantas están las que prefieren un pH menor de 6 y se les llama acidófilas, mientras que las que prefieren un pH superior a 7 reciben el nombre de calcícolas. Pero hay muchísimas que son muy tolerantes con valores distantes del suelo considerado neutro (pH 7) y que pueden desarrollarse tanto en suelos básicos como en suelos ácidos.

Esto nos llevará a entender, cuando seguidamente hablemos de la geología de Ateca, por qué en unos lugares crece Romero y en otros no, por ejemplo.

La Geología de Ateca.

El término de Ateca se puede dividir en cuatro zonas según la era de formación. Las dos principales por su extensión son: la zona paleozoica, situada en las márgenes derechas de los ríos Manubles y Jalón que sirven de divisoria con la zona cenozoica situada en las márgenes izquierdas de ambos ríos. En el extremo occidental del término, lindando con Alhama de Aragón se encuentra una exigua zona cretácica en la denominada Muela Celibián, de naturaleza caliza. La cuarta y última la componen los depósitos cuaternarios en los cursos de los ríos y desembocaduras de los barrancos, junto con las terrazas formadas por los antiguos cursos de los mismos.

La composición principal de la zona paleozoica son pizarras cámbricas de componente ácido (número de ph bajo). Dentro de esta zona encontramos un alineamiento longitudinal de afloramientos cuarcíticos desde El Castillejo, por la Sierra del Caballero, Peñas Albas, Bizcocho, La Sierra, que delimitan el término por el este y sur-este, al tiempo que son las mayores alturas de nuestro término (El Viso con 979 m; Valdependón 935; La Sierra, 917; Las Peñas, 940; La Atalaya, 939).

Valdependón

La Sierra
La Atalaya


Por el contrario la composición de la zona cenozoica son arcillas calizas de componente básico (número de ph alto). Esta zona forma parte de la cubeta de Calatayud. La parte más cercana al río Manubles (el cerro de Ascensión, Loma de El Campo y Las Cárcamas) está formada por conglomerados y brechas formados por la erosión de las tierras circundantes. Otra parte también formada por la erosión pero de grano más fino son las arcillas de la Casa Esteve, Torre de Los Catalanes y Armantes. Y, finalmente, la zona que comprende el Corral Blanco, El Chavato, el barranco de Peñas Frías y parte del barranco de El Piojuelo, está formada en parte por yesos de color gris blanquecino.

Las Cárcamas (Mora Encantada)
Cintos de Armantes
Barranco de Peñas Frías
Entre ambas zonas y comprendiendo Borbojón, La Peña del Águila y La Serretilla, están formados por dolomías. Y la zona que comprende El Hocino y Zorroluengo, se alternan rocas calizas con las pizarras silíceas (las primeras básicas y las segundas ácidas).


Borbojón (Minas)
Peña del Águila y Talfor
Plantas acidófilas y plantas calcícolas.

Tras lo expuesto hasta aquí ahora podemos entender por qué el romero que es una planta  calcicola no la encontraremos en Monte Nuevo o La Sierra pero sí en la Serretilla o en Armantes, y por qué el cantueso que es una planta acidófila la encontramos solamente en la zona entre La Sierra y La Atalaya.


Romero (Rosmarinus officinalis)
Cantueso (Lavandula stoechas sbsp. pedunculata)










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